Vamos a continuar hablando de cómo valorar y elegir el mejor presupuesto dental.
En el ultimo post te di una serie de recomendaciones para que pudieras decidir, con unas ciertas garantías, si la clínica dental que te ofrece el presupuesto se adapta a lo que estás buscando.
En esta ocasión vamos a hablar de las opciones de tratamiento que se recogen en los presupuestos que te han facilitado, y de cómo filtrar y distinguir en ellos lo que necesitas para obtener tu Plan de Tratamiento.
Todas las propuestas de tratamiento tendrán 2 partes diferenciadas que debes rastrear y distinguir en los presupuestos:
- Por un lado, los tejidos afectados y las piezas que presentan patologías o están ausentes y se van a rehabilitar.
- Y por otro, las actuaciones que se van a realizar sobre ellos.
Tejidos y piezas afectadas o ausentes
Una vez que recibas los presupuestos, lo primero que harás inevitablemente es centrar tu atención en el precio, es normal, lo que tienes entre las manos son presupuestos, un informe valorado de las propuestas de tratamiento que te ofrecen. Sin embrago, inmediatamente después, debes abstraerte de los números, ya entraremos en ellos, centra tu atención en el tratamiento, vamos a separar tratamiento de presupuesto.
Para evaluar los tratamientos mantén una actitud crítica, a pesar de que la clínica se adapte a tus criterios de confianza, cruza los documentos, busca las diferencias, asegúrate de entender todos los tecnicismos y si lo necesitas pregunta hasta que te queden totalmente claros.
Ahora es cuando estas hecho un lio, ¿verdad? Parece no coincidir casi nada… ¿por qué pasa esto?
Los motivos son diversos, unos no deben preocuparte de momento, responden principalmente a la forma de presentar el tratamiento y tendrán una influencia directa sobre el precio, como veremos más adelante. Otros plantearán actuaciones distintas, que tendrás que distinguir, para ocuparte de ellas a continuación.
Sin embargo, algunas diferencias sí son importantes, y sí debes tratar de interpretarlas correctamente para saber con seguridad lo que necesitas.
¿Qué ocurre cuando al comparar los presupuestos encontramos grandes diferencias?
El riesgo aquí es que no se intervenga sobre tejidos afectados y piezas dañadas que precisan un tratamiento inmediato, o todo lo contrario, que se actué sobre piezas que no presentan patologías o tejidos sanos.
El diagnóstico tiene que ser preciso, como ya te he comentado en otras ocasiones un buen diagnóstico es el 90% del tratamiento.
Por ejemplo, es posible que un profesional observe una pequeña caries en una pieza y considere que la destrucción de tejido puede ser mayor al eliminarla que el que puede ocasionar a corto plazo la caries, y decida no actuar sobre ella de momento, reservándose la posibilidad de tratamiento para la próxima revisión. En este caso, esta pieza aparecerá en unos presupuestos junto con un tratamiento de empaste, restauración, obturación o sellado, y sin embargo puede no reflejarse en otros. Mi consejo es que consultes al odontólogo que no la ha incluido, puede tener buenos motivos.
La salud bucodental es un proceso dinámico y continuado en el tiempo, no se consigue con un tratamiento puntual. En muchas ocasiones, la correcta indicación de un tratamiento, no depende tanto de la presencia de una patología en un momento dado, sino de la evolución de esa patología a lo largo del tiempo y en tu caso en concreto.
Pero, ¿y si la pieza que no aparece en un presupuesto la encontramos en los demás junto a tratamientos de mayor envergadura? Por ejemplo, reendodoncia, extracción, implante… En este caso la pieza debe presentar una patología importante, y debería aparecer en todas las opciones de tratamiento, de no hacerlo, infórmate.
La casuística que podemos encontrar es muy amplia, así que pregunta hasta resolver todas las dudas, tienes datos concretos en esos documentos, puedes localizar las piezas que se suponen afectadas y las ausentes que vas a sustituir por un implante o por una prótesis. Vuelve a consulta y haz preguntas concretas, asegúrate que están todas y que solo están las que deben, es tan prejudicial, bajo mi forma de entender la odontología, sobretratar como no tratar lo que necesitas.
Si un tratamiento conservador, en un caso en concreto, es arriesgado, pudiéndose producir, o no, su fracaso en un corto espacio de tiempo, es a ti a quien corresponde decidir. La decisión debe ser informada, el control de tu boca debe estar en tus manos. El odontólogo debe aconsejarte, y darte su opinión para cada situación concreta, pero tú debes conocer las opciones, las ventajas y los riesgos de tus decisiones.
En resumen, no te quedes sin tratamiento en tejidos que comprometan tu salud, por descuido o por bajar el importe del presupuesto, y que no te extraigan, tallen o endodoncien piezas sanas o que pueden tratarse para evitar futuros problemas o elevar el importe del presupuesto.
Tratamiento o actuaciones a realizar
Aquí vas a encontrar las distintas propuestas de tratamiento, todas ellas deben ser válidas y en ningún caso estar contraindicadas, han de dar una solución a tus problemas de salud bucodental, restaurar la funcionalidad y ser una solución estética aceptable en cualquier fase del tratamiento
Normalmente, la decisión sobre el Plan de Tratamiento estará estrechamente ligada al precio, si tienes varias opciones de tratamiento, de una misma clínica dental, el de mayor importe será el que precise más inversión en aparatología, herramientas, procedimientos más avanzados y materiales de más calidad, además de proporcionarte mayor bienestar y beneficios fisiológicos:
- Técnicas más avanzadas.
- Procedimientos menos invasivos.
- Materiales más biocompatibles.
- Menos visitas, tiempos de intervención y recuperación.
- Más durabilidad del tratamiento.
- Mejor conservación de los tejidos y estructuras sanas (dentales, oseas y mucosas).
- Mejores resultados estéticos.
- Más comodidad y facilidad de adaptación.
- Más facilidad de mantenimiento.
Unas opciones podrán comprometer más que otras la durabilidad del tratamiento, la estética, e incluso tus propios tejidos, podrán ser tratamientos más largos, con mayores molestias y exigir un mayor mantenimiento, pero en todos los casos la solución ha de estar indicada y ser viable. ¿Cómo puedo asegurarme de esto?
Tienes que volver a comparar los presupuestos, prestando ahora atención no solo a las piezas, sino también a las actuaciones que se van a hacer sobre ellas. La primera dificultad que puedes encontrar está en la forma de presentar el presupuesto, habrá clínicas y profesionales que agrupen los precios y otros que te presenten precios descompuestos. Como ya te he comentado esto va a tener, por lo general, una gran repercusión sobre el precio y no tanto sobre el tratamiento, pero ahora es importante que distingas entre una actuación distinta o cuando se ha descompuesto su precio.
Veamos un ejemplo de implante
Implante colocado en boca, osteointegrado y con todos los aditamentos necesarios para colocar la prótesis.
Lo razonable es recoger este procedimiento en una sola partida en el presupuesto, entiendo que tú no tienes porque conocer todas las fases, y que este exceso de información podría hacerte pensar que el precio por ejemplo de la adquisición del implante incluye el acto quirúrgico, el tornillo de cicatrización, el tapón, el pilar protésico. Es decir, tú piensas que pagas la colocación del implante y te encuentras que has comprado un “tornillo”… Tengo que volver a darte el mismo consejo, pregunta hasta que entiendas todos los conceptos.
Una vez agrupadas las partidas de una misma actuación observa si los presupuestos que recogen un mismo tratamiento presentan diferencias. Volvamos al ejemplo del tratamiento de implantes, es posible que además de la colocación del implante sea necesaria una regularización de la cresta alveolar o una regeneración ósea, que puede o no exigir la colocación de una membrana, si el tratamiento es en el maxilar superior quizás pueda hacer falta una elevación de seno e injerto de hueso, y si el implante no sustituye una pieza ausente, sino que va a reemplazar lamentablemente una pieza sin posibilidad de tratamiento, habrá que realizar previamente una extracción.
Todas estas partidas van elevando el precio del presupuesto, ¿que debes hacer?, asegurarte de lo que necesitas y si en este momento no puedes someterte a un tratamiento de implantes opta por otra opción, ya lo afrontarás más adelante. Cuidado con los comerciales, saben leerte, que no te convenzan bajando el importe final del presupuesto eliminando partidas necesarias, un tratamiento de implantes mal ejecutado corre un riesgo muy alto de fracaso. También puede darse el caso contrario: tratamiento de implantes únicamente en el maxilar inferior y una elevación de seno… ¿para qué? los senos están en el maxilar superior…
La única duda aquí sería cuando nos encontramos en situaciones donde los límites no son claros, hay hueso, pero estamos muy justos, puede que coloquemos el implante sin injerto de hueso y osteointegre y puede que no… Si me preguntas a mi te diré que hagamos el injerto, considero un riesgo innecesario no realizarlo. Si fuese necesario yo te repondré el implante sin coste, pero eres tú el que tiene que someterse a 2 cirugías. Considero que hay que trabajar con márgenes de seguridad, aunque es muy posible que en estas situaciones encuentres otras opiniones.
Plan de Tratamiento Dental
Este es el momento de decidir, de que definas, junto con el odontólogo en el que has depositado la confianza, tu Plan de Tratamiento.
Esto no es “abre la boca y cierra los ojos”, aquí lo primero que importa es lo que tú quieres, tienes que pensarlo: ¿un buen resultado?, ¿una solución provisional que resolverás en unos años?, ¿lo quieres rápido?, ¿quieres una solución para una emergencia porque estás lejos de casa? … tienes decirlo.
El profesional estará ahí para explicarte las opciones del tratamiento, sus dificultades, las expectativas que puedes formarte, los condicionantes, los tiempos de trabajo, etc.
Y también estará para aconsejarte, aquí tienes que tener en cuenta que él tendrá su propia forma de entender la profesión. Porque en Odontología no solo no hay soluciones únicas para una misma patología, sino que además existen procedimientos y actuaciones distintas para un mismo tratamiento, y es aquí donde entra la opinión de tu odontólogo.
Por ejemplo, muchos profesionales son de la opinión que si sobre una pieza se coloca una funda esta debe estar endodonciada, para evitar en un futuro tener que realizarla, si es necesaria, a través de la funda o tenerla que levantar… Yo no estoy de acuerdo, en mi opinión las únicas piezas que deben endondonciarse son las inevitables, porque la perdida de irrigación e inervación debilita el diente, y ya estamos hablando de un diente que ha sido tallado para colocar la prótesis con la consiguiente pérdida de tejido dental…
¿Alguno estamos equivocado? La respuesta es no, los 2 procedimientos son válidos, y tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Yo estoy convencido que el coste-beneficio para ti no compensa endodonciar una pieza que no lo necesita, y no podré aconsejarte lo contrario, te expondré ambos procedimientos y te daré mi opinión, pero serás tú el que decida.
Por ello, la relación del odontólogo contigo siempre debe basarse en la confianza, y ésta a su vez, en la ética, pero no te hablo de un “salto de fe”, sino de una confianza informada, que lleve a la toma conjunta de decisiones, mediando de una forma moral hacia tu salud, no hacia el interés económico del centro o del odontólogo.